UNLaM

Extensión

En el marco de las políticas definidas por la Secretaría de Extensión Universitaria de la Universidad Nacional de La Matanza y según lo establecido en el Plan de Extensión y Vinculación con el Medio del Departamento de Ciencias Económicas, se promueven y gestionan iniciativas orientadas al mejoramiento de la calidad de vida de las personas de la comunidad, con una finalidad social y en articulación con los espacios curriculares de la Unidad Académica desde una perspectiva singular según la misión y los valores institucionales.

Entendemos a la extensión como una de las formas de construir saberes colectivos que permitan continuar consolidando una universidad socialmente comprometida, a través de experiencias situadas en un territorio cercano, resignificando el lugar de la enseñanza y el aprendizaje. En esta línea, resulta esencial jerarquizar los intercambios y prácticas a partir de las demandas de la sociedad desde una perspectiva dialógica en la construcción del conocimiento científico y el saber popular. Creemos necesaria una potente articulación entre la extensión, la investigación y la docencia con el propósito de lograr intervenciones enriquecedoras, transformadoras y conscientes de nuestra realidad social.

La extensión en esta Unidad Académica se concreta mediante políticas establecidas por la Secretaría de Extensión Universitaria (central), las cuales guían las decisiones vinculadas con las intervenciones relacionadas con la comunidad en la que se ubica la carrera. Por ello, las actividades de extensión deben necesariamente estar vinculadas con las diferentes disciplinas, entendiendo que su objetivo central es la sociedad.

Trabajamos arduamente en la construcción de un proyecto en movimiento, que permita un diálogo de saberes, incorporando a los diferentes actores de la comunidad universitaria. La mirada está puesta en la reflexión de nuestras prácticas, articulando con las demandas sociales, económicas y culturales, resignificando creencias e integrando los contenidos curriculares con los saberes construidos en la práctica experiencial con el propósito de ofrecer diferentes abordajes a problemas concretos.

El principal desafío es comprender que somos territorio, somos Estado y formamos parte de lo que sucede en nuestra comunidad. Tenemos la oportunidad de desarrollar intervenciones que colaboren en mejorar la calidad de vida de la comunidad, resignificando la función transformadora de la universidad y poniendo al servicio de la sociedad los conocimientos construidos al interior de las carreras, fortaleciendo las trayectorias académicas de nuestros estudiantes. Tal lo manda el Estatuto Universitario[1], la Universidad debe ser factor de cambio y servir a las necesidades de la comunidad, desde una capacidad crítica y reflexiva, desarrollando acciones transformadoras (Art. 2 y 4).

[1] Texto Ordenado 2003, Universidad Nacional de La Matanza